Durante las recien terminadas
fiestas falleras vinieron a visitarnos unos familiares lejanos
madrileños-matrimonio y dos hijos- a los que les encanta esta fiesta tan
valenciana. Como todos los años, el día 19 nos juntamos la família en casa de
mis abuelos para celebrar el día del padre. Estando comiendo apareció el tema
de la escuela- algo habitual al haber dos maestras en la famlia- y a partir de
ese momento empezó el debate más interesante que podía recordar de las últimas
reuniones familiares.
Todo empezó porque los niños Madrid
no iban a la escuela a pesar de que uno de ellos estaba ya en edad de ir de
forma obligatoria- tienen 4 y 7 años- porque su madre consideraba que ella los
podía educar en casa igual, o mejor, que en la escuela. Por otro lado, mi
prima- maestra- intentaba hacerle ver a la madre que era necesario que los
niños fuesen a la escuela para recibir una buena educación.
¿Puede educar una madre igual que
una maestra? ¿puede ser alguien educado sin pasar por la escuela? Antes de
intentar encontrar solución a estas preguntas debemos saber si hay distintas
formas de educar, si todas son válidas y lo más importante saber que es
educar.
Son varios los autores que están de
acuerdo en que educar es un proceso de ayuda para extraer conocimiento de los
educandos, conocimientos que muchas veces ya está en ellos. Además Savater nos
dice que lo primero para educar es haber vivido antes el conocimiento que desea
transmitirse. Si nos quedamos en este punto podemos decir que tanto una madre
como un/a maestro/a pueden ser educadores igualmente válidos.
Podría parecer innecesario entonces
que haya una dedicación profesional de la enseñanza si cualquiera puede educar,
de hecho todos hemos sido maestros en alguna ocasión. Pero no debemos engañarnos, esto no quiere
decir que “cualquiera sea capaz de enseñar cualquier cosa”.Llegará un momento
en el que la madre no tendrá los conocimientos suficientes para seguir
enseñando a sus hijos, debido a que no habrá tenido experiencias de lo que
quiere enseñar, es ahí cuando aparece la institución educativa, cuando lo que
se enseña no es algo empírico y tradicional, sino que se trata de un saber
científico. Al avanzar la sociedad los conocimientos van siendo más complicados
y solo alguien especializado puede educar en temas concretos.
Con esto podemos decir que una
madre podría enseñarnos completamente habilidades “cerradas”- de las que habla
John Passmore-, que estan más relacionadas con la instrucción, con la
repetición de unos patrones que se han de adquirir mientras que los maestros
estan más relacionados con las habilidades “abiertas”-del mismo autor- que son
de dominio gradual y podría decirse infinito, pues no existe la perfección en
ellas, y cuando más avancemos en estas habilidades más cuenta nos daremos de
qué sabemos muy poco y nuestra curiosidad por el conocimiento del tema irá cada
vez a más. La iniciación en estas últimas tareas es función del profesor y
después cada uno deberá profundizar en ellas para enriquecerse.
Entre las habilidades “abiertas” la
más distinguida es la de aprender, que conisiste en “una actividad permanente
del alumo y nunca de aceptación pasiva de los conocimientos ya deglutidos por
el profesor”, se debe enseñar a aprender, formar a los alumnos para que
sean capaces de enriquecerse, de buscar información, de encontrar soluciones y
no simplemente que memoricen.
Por ello se le pide a las
instituciones educativas que deben educar a los alumnos “completamente”, tanto
en habilidades “cerradas” como “abiertas”, debe educar para que los alumnos
sean capaces de seguir rituales, de seguir protocolos u órdenes, pero también
formarlos en la capacidad de decidir, tomar la iniciativa, ser creativos, etc,
es decir, “no formar sólo el núcleo básico del desarrollo cognitivo,sino
también el núcleo básico de la personalidad”(Juan Carlos Tedesco).
Así concluiremos diciendo que una
madre no puede proporcionar esta educación completa a sus hijos, pero además
hay otros aspectos que nos hacen sustentar esta afirmación pues como dice
Savater “la genética nos predispone a llegar a ser humanos por medio de la
educación y la convivencia social”-desde mi punto de vista una “buena
educación” para ser “completa” incluiría la convivencia social- y una educación
aislada de la escuela y reducida al propio hogar hace que la convivencia social
se reduzca mucho y la educación no puede llegar a ser “completa”.
Con estos argumentos me gustaría
remarcar que deberíamos dejar que nuestros hijos adquiriesen gran variedad de
conocimientos y a partir de una amplia gama de fuentes pero sin ninguna duda la
principal debería ser la escuela, ya que esta especializada en educar.
Muy buen ensayo!
ResponderEliminarMe gusta como has relacionado la historia de tus familiares con el texto de Savater, has tocado un poco cada una de las ideas más principales.
Estoy de acuerdo con Miquel. En cuanto al contenido, lo que está calro es que la escuela de hoy mierde mucho de su sentido si se centra únicamente en enseñar, el sentido de "mostrar", conocimientos a los que hoy cualquier renacuajo tiene (literalmente) acceso en sus manos. De ahí lo sugestivo del concepto "habilidad abierta". Aprender a pensar en una en la que tenemos algo singular que decir ("aprendizaje práctica en sentido fuerte" -ya hablaremos-). Pero en lo referente a aprender y enseñar a sentir nosotros, los del cuerpo y el movimiento, tenemos todo por hacer.
ResponderEliminar